COSTILLAS DE CERDO BARBACOA


COSTILLAS DE CERDO BARBACOA

COSTILLAS DE CERDO BARBACOA


INGREDIENTES para 4 personas

2 kg costillas de cerdo
Para sazonar las costillas

2 cucharaditas de orégano seco
2 cucharaditas de pimienta negra molida
2 cucharaditas de ajo en polvo
1 cucharadita de sal
½ cucharadita de cayena molida
Para la salsa

1 taza de ketchuo o salsa barbacoa
1 taza de cafe fuerte
¼ taza de vinagre
¼ taza de zumo de limón
1 Limon entero
2 Cucharada de salsa Perrins
½ taza de azúcar moreno
1 cucharada de mantequilla, derretida

Otros ingredientes

1 cucharada de Maizena, disuelta en una cucharada de agua




PREPARACIÓN



Condimentamos las costillas con la mezcla de especias que hayamos hecho. No nos limitamos a espolvorearlas por encima, frotaremos bien para que penetren en la carne.
 Las envolvemos bien con film transparente y dejamos que marinen 1 día en la nevera. Si no tenéis
1 día porque las tengáis que preparar antes, procurad dejar que reposen al menos durante un par de horas.
 Precalentamos el horno a 180º C y asamos las costillas durante 15 minutos por cada lado para sellarlas.
 Mezclamos todos los ingredientes para hacer la salsa y la batimos para disolver el azúcar.
 Cubrimos la base de una  olla con un poco de salsa, colocamos las costillas a modo de tienda de campaña y las impregnamos bien usando toda la salsa. Que la parte más carnosa quede en el fondo de la olla, cortamos el limon entero con la piel  a cascos y lo añadimos.
Cocinamos en baja temperatura entre 2 a 3 horas.
Para ver si están listas sólo tenéis que separar la carne del hueso y ver si lo hace con facilidad, entonces estarán listas. Reservamos las costillas.
 Echamos la salsa a un cazo y mezclaremos en ella la Maizena. Cocinamos a fuego fuerte removiendo constantemente para que no se pegue, en unos pocos minutos habrá espesado considerablemente.
Pintamos las costillas con la salsa y las gratinamos en el horno, que previamente habremos precalentado. Sólo por el lado más carnoso durante un par de minutos, aproximadamente.
Queremos que el azúcar de la salsa caramelice, no necesitamos seguir cocinándolas en el horno para que se sequen en exceso.
Veréis como al cortarlas, por muy afilado que esté el cuchillo, la carne se separará sola del hueso. Ya decía al principio que no tendréis que pegaros con los huesos para no dejar ni pizca de carne ;)
A la hora de servirlas podéis hacerlo con infinidad de guarniciones: patatas fritas o asadas, arroz,  etc. Llevad también a la mesa la salsa sobrante para que cada uno se eche más si quiere.








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