ROSCO DE REYES

ROSCO DE REYES
El roscón de Reyes (denominado también rosca de Reyes en Hispanoamérica o rosco de Reyes) es un bollo elaborado con una masa dulce con forma de toroide adornado con rodajas de fruta cristalizada (escarchada) o confitada de colores variados, suele rellenarse de nata montada o crema, en la actualidad también de moca, trufa o chocolate, y se introducen en su interior "sorpresas" que descubren los niños al comer (figuritas de virgen y San José y el Haba, señal de que a quien le caiga debe pagar el roscón). Se sirve en España para merendar el día 6 de enero denominado día de Reyes y es propio de su repostería. También tiende a partirse el día 6 de enero por costumbres en México.

Por influencia posterior este bollo navideño se sirve igualmente en otros países hispanos (principalmente en Argentina y en México) durante las mismas fechas, así como en Portugal. Es frecuente que se acompañe de una taza de chocolate. Se puede servir en el desayuno o en la merienda. La masa con la que suele estar elaborado se aromatiza con agua de azahar, que le proporciona un aroma característico.

Historia

El origen del roscón parece estar relacionado con las saturnales romanas[cita requerida], aunque en la actualidad algunos lo relacionan con una representación complementaria y comestible de la corona de adviento, aún cuando la tradición de la corona de adviento es muy posterior en España, lo que hace muy dudosa esa relación. Éstas eran fiestas dedicadas al dios Saturno con el objeto de que el pueblo romano en general pudiera celebrar los días más largos que empezaban a venir tras el solsticio de invierno. Para estos festejos, se elaboraban unas tortas redondas con higos, dátiles y miel, que se repartían por igual entre los plebeyos y esclavos. Ya en el siglo III, en el interior del dulce se introducía un haba seca, y el afortunado al que le tocaba era nombrado rey de reyes durante un corto periodo de tiempo establecido de antemano. Desde los romanos existían juegos del haba en la península ibérica.

Ingredientes para un Roscón de Reyes mediano:

500 gr. de harina
120 gr. de margarina
125 gr. de azúcar
3 huevos
20 gr. de levadura prensada (de panaderia)
1/4 litro de leche tibia
2 cucharadas de agua de azahar
La corteza de  1 limón rallada
Fruta confitada (calabaza, guindas, naranja, pera, etc.)
100 gr. de almendra laminada
Sal
1 haba
Muñequitos de sorpresa los que se quieran

Elaboración 

Disolvemos el sobre de la levadura en un poco de leche templada, añadimos 150 gr. de harina y mezclamos bien hasta que consigamos hacer una bola de masa blanda.
Tapamos con un trapo de cocina y dejamos en un sitio templado, hasta que la masa madre crezca el doble de su volumen.
En un cuenco, ponemos el resto de la harina (350 gr.).
Hacemos un hueco en el interior de la harina y añadimos los 3 huevos, el azúcar, el resto de la leche, el agua de azahar y el limón rallado y una pizca de sal.
Amasamos hasta que consigamos una masa fina, añadimos la mantequilla y seguimos amasando.
Añadimos la “masa madre” y amasamos hasta que esté bien mezclada toda la masa.
Espolvoreamos con harina y dejamos reposar con un trapo de cocina en un sitio templado durante 2 horas y media como mínimo.
Una vez que haya pasado éste tiempo, volvemos a amasar y ponemos sobre papel para hornear encima de la bandeja del horno.
Damos forma de rosca.
Introducimos el haba y las sorpresas envueltas en papel de aluminio.
Pintamos con un pincel huevo batido por encima de la masa, adornamos con las frutas escarchadas, espolvoreamos con almendra laminada y por último espolvoreamos con azúcar.
Metemos el Roscón de Reyes al horno (precalentado a 180º) y dejamos cocer durante 20 a 30 minutos.
Seguro que disfruta toda la familia con la receta.


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